Sistemas tradicionales de aislamiento

El poliuretano proyectado, conocido también como espuma de poliuretano, es un aislante térmico, compuesto principalmente por petróleo, que se utiliza en la construcción.

Es proyectado en forma de espuma, permitiendo así que todas las cavidades y lugares de difícil acceso queden completamente cubiertos y, por lo tanto, aislados.

Resiste bien al agua, es impermeable, permite la transpiración de los cerramientos, por lo que la exposición a la humedad no le suele afectar demasiado, y dificulta en gran medida la aparición de hongos, bacterias, etc.

Su aplicación debe de ser realizada por profesionales del sector de la construcción o similares debidamente formados.

Una de las principales virtudes es su condición de material muy ligero. Su densidad y su peso son muy bajos, permitiendo colocar varias capas para mejorar su eficacia como aislante o emplear placas de corcho expandido, presentando también una gran impermeabilidad frente al agua en estado líquido.

Asimismo, presenta una elevada resistencia al desgaste debido a su facilidad para resistir la presión. Es capaz de recuperar prácticamente todo su volumen inicial aunque se le someta a una presión muy alta. Tampoco se deforma con facilidad, ni siquiera con el peso de los muebles o los golpes, y responde bien al paso del tiempo. También tiene una gran adherencia a las superficies lisas, sobre las que ejerce un efecto ventosa debido a los huecos de las células que lo conforman.

Es un aislante térmico y sonoro muy eficaz con una producción muy sostenible y, una vez instalado, requiere de muy poco mantenimiento.

La lana de roca proviene, en gran parte, de rocas basálticas.

Es incombustible y es utilizada para aislar todo tipo de edificios.

Su estructura fina y compleja se asocia a unas propiedades aislantes únicas, cumple con tres propiedades bastante importantes como son la resistencia al fuego, el aislamiento acústico y el aislamiento térmico.

Tiene un espesor de entre 30–100 mm aproximadamente, aunque según donde se quiera poner y/o lo que se quiera aislar puede ocupar más espacio.

Es uno de los pocos productos industriales que permite ahorrar más energía, C0₂ y contaminantes atmosféricos que los consumidos y/o emitidos durante su transformación.

Consiste en fijar un panel aislante, en este caso de poliestireno expandido, mediante un mortero adhesivo y el uso de anclaje mecánico. Posteriormente, el panel aislante es revestido con un mortero armado con una malla, que en la mayoría de las ocasiones es el mismo mortero que el que se ha utilizado para fijar los paneles.

Una vez endurecida la capa de revestimiento mencionada anteriormente, se realiza un acabado decorativo, empleando generalmente un mortero acrílico.

Este sistema, además de aportar aislamiento, es impermeable y transpirable.

Es la solución más conocida y la más usada en el mercado.

La composición del poliestireno extruido o extrusionado es prácticamente idéntica a la del expandido, aunque tiene mayor resistencia térmica.

Es más rígido que el expandido y, por lo tanto, menos flexible.

Se trata de una solución utilizada, generalmente, en las partes inferiores de las fachadas, aprovechando así su resistencia mecánica frente a la alta probabilidad de impactos que se producirán en esta zona, así como su baja absorción de agua, que evita el remonte capilar de la humedad presente en el suelo.

Es bastante duradero y resistente al agua.